Editorial
Hace una década atrás, cargado de emoción y gratitud, tomé mis maletas y partí rumbo a la Subsecretaría de Redes Asistenciales. Tras cuatro años de ejercer como director en este Servicio y una trayectoria ligada a su quehacer, iniciaba nuevos desafíos laborales convocado por el entonces Ministro de Salud. Hoy, sumando algunas canas y una enriquecedora experiencia, siento que he regresado a casa…
En este retorno constato con alegría muchos cambios positivos, pero también materias que requieren de nuevas y urgentes estrategias de abordaje. Entre ellas, por citar un ejemplo, la situación en que se encuentran los miles de diabéticos de nuestro territorio. En la práctica, actualmente controlamos a 2 de cada 10 personas que sufren esta enfermedad, mientras sabemos que el destino de las 8 restantes es deteriorar inexorablemente su visión y seriamente sus riñones, al punto de dializarse o perder sus extremidades. Algo que, desde cualquier punto de vista, resulta inaceptable…
Por ello, uno de nuestros principales desafíos es generar los espacios para realizar los cambios que se requieren, creando las condiciones de factibilidad para que abordemos la Salud intersectorialmente y en conjunto con la comunidad, quien debe empoderarse del rol que debe jugar exigiendo sus derechos y cumpliendo responsablemente con los deberes que le caben en el cuidado de su propia salud.
Estos son parte de las tareas que ha asumido el nuevo gobierno de la Presidenta Bachelet, plenamente consciente de la necesidad de fortalecer el sistema público y enfrentar las inequidades que nos cruzan como país. En lo inmediato, los lineamientos estratégicos están dados por los 50 Compromisos para los primeros 100 días de Gobierno, entre los que se encuentran las 6 medidas correspondientes a nuestro sector.
En primer lugar encontramos una urgente mejora a la Atención Primaria de Salud, mediante la creación de 12 de los 132 Servicios de Atención de Urgencia de Alta Resolución (SAR) que se proyectan para los próximos 4 años, los que atenderán toda la noche y contarán con equipos de rayos, laboratorio básico y acceso a telemedicina. En esta misma línea y en segundo lugar, la implementación de un Fondo Nacional de Medicamentos que beneficiará a pacientes diabéticos, hipertensos y dislipidémicos y permitirá asegurar la dispensación oportuna de fármacos específicos, evitando la suspensión de tratamientos por falta de estos.
En tercer término, la contratación de 33 mil horas médicas de especialidad semanales para cada Servicio, que equivalen a 750 médicos especialistas. Un cuarto aspecto de este compromiso es del área odontológica, en la que se ampliará la cobertura del programa a grupos etáreos no incluídos previamente, como son los pre escolares, los jóvenes egresados de la enseñanza media y los adultos. En quinto lugar, completar el Plan de Inversiones en infraestructura para nuevos hospitales y centros de salud, el cual considera la entrega de 20 nuevos recintos hospitalarios más, dejar 20 en construcción y otros 20 en procesos de licitación o estudios. En APS se pretende construir 100 nuevos CESFAM y 100 CESCOF. Además, la adquisición de 1900 ambulancias. Finalmente, en términos de seguro social y para evitar injusticias, se creó una Comisión “ad hoc” que trabajará en la redacción de una propuesta para el Proyecto Ley de Isapres.
Sumados a estos lineamientos ministeriales, quiero compartir con ustedes algunos énfasis que me resultan de la mayor trascendencia en el ejercicio de la gestión. El primero es retomar con fuerza el fortalecimiento de nuestra Atención Primaria, la que si bien desde hace muchos años es un motivo de orgullo nacional frente a otros países, con resultados muy notables en algunos aspectos de salud, tiene falencias importantes, como la que se mencionó a modo de ejemplo: el estado actual de los pacientes diabéticos y, en general, de los pacientes crónicos. Debiéramos ser capaces de fortalecer, no solo el componente asistencial de la APS, sino que fundamentalmente el trabajo con la comunidad y con los otros sectores. Las enfermedades crónicas no van a disminuir sin potenciar fuertemente estos dos componentes. De no hacerlo, como ya lo vemos actualmente, no habrá capacidad de oferta en los hospitales para asumir todos los enfermos. Hay que intentar influir en los aspectos que “producen” las enfermedades, como son los determinantes sociales de la salud.
En esta línea, un segundo aspecto prioritario para esta gestión será la participación social, en su más amplio concepto. Sin una comunidad empoderada, no será posible impactar en salud. Un aspecto que también deseo potenciar al interior de nuestra organización, para ser coherentes con el discurso. Los puntos anteriores requieren un trabajo permanente con las autoridades municipales, actores fundamentales para el logro de estos objetivos.
Un tercer elemento es hacer práctica una cultura de respeto, a todo nivel, que en su expresión más concreta se traduce en el Trato, es decir, la forma como nos relacionamos al interior de nuestra organización, así como con la población. El tipo de vínculo que cotidianamente establecemos entre nosotros, al interior de las áreas, entre las mismas y en la relación con los otros establecimientos, redunda en el trato que damos finalmente a nuestros usuarios. La intención al respecto es fortalecer todas aquellas instancias que nos permitan crecer y mejorar en esta materia, por el máximo respeto que nos merece cada integrante de la organización y la comunidad a la que brindamos nuestros servicios.
Para afrontar los desafíos planteados, necesariamente deberemos buscar maneras distintas de resolver los problemas. Más de lo mismo solo tendrá los mismos resultados. Si no innovamos, difícilmente construiremos una nueva realidad.
En cuanto a inversiones hospitalarias, el compromiso es respaldar los Proyectos de Reposición de los Hospitales Barros Luco y San Luis de Buin, como también realizar todas las gestiones que estén a nuestro alcance para llevar a buen término el proyecto de reposición del Hospital de Niños Exequiel González Cortés, el cual hoy presenta grandes dificultades en su ejecución.
Respecto de las inversiones en APS, la intención es propender al cierre de brechas de cobertura. En lo inmediato, la entrega a la comunidad de 4 nuevos centros de salud iniciados en la administración anterior, entre los meses de junio y agosto del presente año, recintos a los que también debieran sumarse 1 o 2 centros comunitarios de salud familiar.
Un último énfasis estará dado por la particular importancia que le daré a las temáticas relacionadas con la probidad, transparencia y claridad de procesos, en la convicción de que se trata de valores imprescindibles en la administración pública. En este sentido, habrá una política de puertas abiertas para todos los funcionarios y sus representantes gremiales, así como con la comunidad.
Sin duda, tenemos grandes tareas por delante como organización, en las que cada uno está llamado a jugar un rol. Los invito a sentirse parte de las mismas y a vincularlas con el sentido que cada cual le entrega a trabajar en Salud. Los llamo a trabajar entonces con esa mística inconfundible del Sur, recogiendo y manteniendo lo bueno que existe, pero abordando coordinada y eficientemente las falencias y desafíos que debemos enfrentar como Red. Los llamo a mirar en forma crítica lo que hacemos y atreverse a plantear preguntas y soluciones distintas o con nuevos enfoques. Es muy difícil ser innovador y lo más probable es que las soluciones se hayan intentado antes. La vieja y manida frase de “eso ya lo hicimos y no nos resultó” no es aceptable, salvo que lleguemos a la conclusión -después del análisis crítico- de que esa vía no es la adecuada. El pesimismo aprendido, no tiene cabida en los que nos dedicamos a salud.
Me despido agradeciéndoles con humildad y regocijo la recepción y cálida acogida que me han brindado, cariños y alicientes que nutren el alma para el cumplimiento de los sueños.
Dr. Osvaldo Salgado Zepeda
Director
Servicio de Salud Metropolitano Sur